Y como no podía acabar de asentar mis ideas, decidí hacer esta pregunta a varios grupos de fabulosas amiguristas, a las que pertenezco...
lleno de lanitas y demás accesorios, en donde crean su propio paraíso (ainss ese es uno de mis sueños). y aunque lo tengan compartido con parte de la familia, siempre está su rincón crochetero, donde nadie puede meter la mano, a riesgo de oír nuestros gritos histericos de "donde estan mis cosasssssss".
Los resultados, han sido sorprendentes, divertidos, e incluso insospechados, asi que os invito a que sigáis leyendo, para ver "Los 10 lugares favoritos donde tejes habitualmente"
1.- En mi sofá favorito
Ese sofá que siempre está lleno de todos los cachivaches que solemos arrastrar, llámense agujas, lanas, tijeras, etc... y que los cojines, ya tiene forma de nuestro culete, de las horas que pasamos allí crocheteando, y por supuesto nadie se atreve a usar en casa, por miedo a recibir una "mirada asesina" de las esas que dan sustito.
El único que tiene licencia absoluta de uso compartido, es ese gatito que nos acompaña en estos momentos mágicos, y nos da calorcito en los pies. (Es curioso que siempre se relacione los gatos con las tejedoras, algun dia hablaremos de eso...)
Algunas lo han denominado "mi sofá devorador", porque una vez que nos acoplamos en él, nos olvidamos del mundo, y disfrutan de esos momentos épicos que solo una Tejedora de Sueños, tiene en su coranzoncito de lana. Ya puede sonar el teléfono, o llamar a la puerta, que si estamos a mitad de una vuelta, tienen dos opciones: o volver más tarde, o esperar a que nos liberemos de todo lo que tenemos por encima.
Ademas, es el sitio perfecto, donde se "pierden" nuestras cosas, o al menos siempre aparecen por ahí (otra cosa, es saber como llegaron... jajajjaja).
2.- En la mesa del Comedor, o Cuarto de estar
Por supuesto... naturalmente, es un sitio perfecto, donde podemos extender nuestros patrones a tejer a la izquierda de la mesa, los ovillos acumulados con los colores a usar (aunque siempre echemos de menos alguno) a la derecha, nuestras tijeras favoritas, las agujas crocheteras (ya que siempre, siempre, siempre hay más de una aunque no la uses, reconócelo...), y demás accesorios.
En el momento que nos apropiamos de esa mesa, parece que ha habido un asalto de locas del tejido, ya que empezamos por una esquina, y cuando nos queremos dar cuenta, 3/4 de la mesa, ha sido invadida por nuestros objetos "especiales".
Ya no quiero contar, que sucede, en el momento de que esa "supermesacrochetera", tiene que desalojarse, para poder hacer un uso "normal" de ella. Se nos cambia la cara de felicidad, por esa de fastidio, al tener que arramplar con todo y meterlo en una caja (que seguro tienes escondida al lado de la mesa).
3.- En la cama
Si, amigas, sorprendentemente, hay muchas de nosotras, que tejen en el dormitorio, aislandose del mundo exterior, para tener esos momentos mágicos de inspiración, y de tranquilidad, que solo nos pertenecen a nosotras.
No, no.... no nos vale solo el sentarnos en la cama, ponemos música que nos acompañe, o incluso la TV, para tenerla como sonido de fondo, ya que realmente, en lo que estamos concentradas, es en contar los puntos, o en conseguir esa forma divina del amigurumi que estamos trabajando.
4.- En frente del Pc
con todo lo que necesitamos extendido en la mesa donde tenemos el portátil, y sobre esa silla giratoria, que cuando se nos duermen las articulaciones, nos permite acomodarnos rápidamente en otra postura (estirando las paticas sobre un puff, o situandolas sobre otra silla cercana... ) Claro, se nos va el santo al cielo,y cuando nos hemos dado cuenta, llevamos horas tejiendo.
Obvio que estamos con la luz extra que nos aporta la computadora, y además cualquier duda que surja, inmediatamente, accedemos a los miles de videos que hay en la red, y poder seguir tejiendo.
5.- Esperando al transporte, llámese autobús, metro etc.
Siempre, o la mayoria de las veces, vemos en algun lugar de nuestra ciudad, a esa tejedora (y curiosamente, cada vez más jóvenes), que en una parada de transporte, en lugar de sacar un librito, o ponerse los cascos para escuchar música), abre su super bolso tamaño XXL, y de ahí, extrae un bolsito mas chico (eso si, tejido especialmente para estas aventuras) y saca una aguja crochetera, y una bolita de lana o algodón..
Automáticamente, ya sabemos nuestra reacción..., como colega en estas bellas artes, nos arrimamos a ella, para admirar lo que está trabajando, y aprovechamos para aprender nuevos truquitos.
6.- En la sala de espera de las consultas médicas
Venga reconócelo, lo sabemos ..si, tu, la que estas leyendo..
Cuantas veces, sabiendo que te va tocar esa cita médica, en la que seguro pierdes un par de horas, no te has llevado una bolsita extra, donde metes tus artilugios favoritos, para entretenerte en la espera.
Y además, jajajajja, si tienes la suerte de vivir en una zona como la mia, en la que la mayoria de pacientes, son british, seguro, seguro, que se te aproxima una señora de tropecientosmil años de experiencia, para indicarte, que ese punto, se podría hacer de otra forma.
7.- En el trabajo.
Tachan..... acabamos de descubrir Roma..... Si, ya se que tu eres una de esas, que cuando abres el cajón de la mesa de trabajo, tienes una bolsita sospechosamente abultada, que contiene lanas y agujas, super preparadas, para salir a la luz, y entretenerte en esas horas muertas, que no hay volumen de trabajo, y tu jefe no esta a la vista.
O de la que trabajas a turnos, y siempre que tienes el turno flojito, puedes dar un empujón a ese tejido pendiente.
8.- En las actividades extraescolares de tus retoños
claro, que mejor forma, de estar "matando el tiempo" en esa hora que tienes que estar en el cole, esperando a que acabe la clase de artes marciales, o ballet, o incluso de ingles. Lo que también cuentan, es que suele ser como "un virus contaminante", ya que al principio de curso, la "rarita" de las mamas, eras tu y tus artes tejeriles y al final de la temporada, hay un grupo mayoritario de arañitas, en la que Tu guías en los amigurumis a realizar.
9.- De pie, cuidando a los niños.
Que...? Como...?, pues si, hay maravillosas mamas, que sabiendo lo ocupadas que están con sus pequeños, se han acostumbrado a llevar los hilos y agujas portandolos con ellas, cual serpha y su mochila en la montaña, y
que además de tejer, persiguen a sus hijos por la casa, para que no se hagan daño, o hagan alguna trastada "peligrosa".
Como truquito, suelen llevar algo parecido a un delantal, eso si, hecho a propósito para este menester, en el que pueden meter todo, sin que se deshaga la labor que estan tejiendon, y puedan atender a esos duendecillos traviesos, en cuestión de segundos.
10.- En el Estudio de trabajo, que tenemos en casa (aunque sea compartido)
Si amigas, existen, no es una leyenda....
Hay afortunadas, que pueden tener su maravilloso estudio en casa,
Os sugiero que echeis un ojito en Pinterest y veais unos poquitos rinconcitos que he encontrado, de las maravillas que andan por la red.
EXTRA.- En donde me dejan.
no podia dejar de nombrarlo, porque aqui incluyen a esas SUPER DIOSAS PODEROSAS, que viven y sueñan, solo en tejer, su pasión versus obsesión, hace que "SIEMPRE" que salen de casa, incluyan en su bolso, su pack especial de tejido.... es posible, que se les olvide la cartera, o el pintalabios, o un paquete de pañuelos, pero nunca, nunca.... su SUPERPACK de tejidos.
Y no me atrevo ya a mencionar, a las que tejen, con los cascos puestos, el movil, para leer el patrón, las agujas enganchadas a la chaqueta que llevas puesta, y la familia rondando alrededor.
En fin, seguro que aparecen muchos mas despues de esta reflexión.
Estoy muy agradecida, a todas las que colaboraron en la encuesta, ya que nos descubrieron un poquito más de su intimidad, y nos aportaron sus "particularidades tejeriles" ya que pasamos un rato muy divertido.
Ahora es tu momento,
" Y tu...Donde Tejes habitualmente?"
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